PURO VIAJE
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Más Allá de los Clásicos: 5 Joyas Ocultas de Sudamérica que Pocos Conocen
Sudamérica es un continente de superlativos, famoso por maravillas como Machu Picchu, el Cristo Redentor o la selva amazónica. Pero más allá de los circuitos turísticos más transitados, se esconde un mundo de joyas secretas, paisajes asombrosos y culturas fascinantes que esperan ser descubiertas. Para el viajero que busca una experiencia más auténtica y menos concurrida, estas «joyas ocultas» ofrecen una perspectiva fresca y memorable del continente. A continuación, exploramos seis destinos únicos que demuestran que lo mejor de Sudamérica a menudo se encuentra fuera de los caminos habituales. En el corazón de la selva colombiana se encuentra un fenómeno natural sin igual: Caño Cristales. Durante una breve ventana entre julio y noviembre, las aguas de este río se tiñen de un vibrante arcoíris de colores (rojo, amarillo, azul, verde y negro) gracias a una planta acuática endémica. Ubicado en el Parque Nacional Natural de la Sierra de La Macarena, llegar a este río es una aventura en sí misma, pero la recompensa es un espectáculo visual que parece de otro planeta. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la fotografía que buscan un destino verdaderamente único. Mientras muchos se dirigen a Bariloche o a Ushuaia, los verdaderos amantes del trekking eligen El Chaltén. Situado a los pies de las imponentes agujas de los macizos de Fitz Roy y Cerro Torre, este pequeño pueblo es la puerta de entrada a una red de senderos que te dejarán sin aliento. A diferencia de otros parques nacionales en el mundo, aquí la entrada es gratuita y las caminatas, que van desde recorridos sencillos hasta desafíos de varios días, no requieren guías. Es un paraíso para los aventureros que valoran la libertad de explorar paisajes montañosos y glaciares por su cuenta. A solo unas horas de Lima se encuentra Huacachina, un oasis surrealista en medio de un inmenso desierto de dunas de arena. Este pequeño pueblo construido alrededor de una laguna de color esmeralda ofrece una experiencia de turismo de aventura que pocos esperarían encontrar en Perú. Los visitantes pueden practicar sandboarding, un deporte de tabla sobre arena, o subirse a un buggy para un emocionante paseo por las dunas al atardecer. Huacachina es un respiro del camino a Machu Picchu y una parada obligatoria para los que buscan una experiencia única. En el lago navegable más alto del mundo, el Titicaca, se encuentra la Isla del Sol, un lugar sagrado y místico para la civilización inca. Según la leyenda, de aquí emergieron el primer inca y el sol. Hoy, la isla es un refugio de tranquilidad sin tráfico de autos, donde los visitantes pueden caminar por senderos ancestrales, visitar ruinas incas y disfrutar de vistas panorámicas impresionantes del lago y los nevados de la cordillera real. Es el lugar perfecto para sumergirse en la historia, la cultura andina y la paz de la naturaleza. Dentro del ya famoso desierto de Atacama, el Valle de la Luna es una subregión que parece sacada de un paisaje lunar o marciano. Con sus formaciones rocosas esculpidas por el viento, dunas gigantes y depósitos salinos, este valle ofrece una experiencia visual surrealista. La mejor hora para visitarlo es al atardecer, cuando la luz del sol se filtra entre las rocas, pintando el paisaje con tonos rojos, dorados y morados. Es una parada obligatoria para los amantes de la geología y la fotografía, un espectáculo que se siente más allá de este mundo.1. Caño Cristales, Colombia: El «Río de los Cinco Colores»
2. El Chaltén, Argentina: La Capital del Trekking Patagónico
3. Huacachina, Perú: El Oasis en el Desierto
4. La Isla del Sol, Bolivia: El Origen de la Civilización Inca
5. Valle de la Luna, Chile: Un Paisaje de Otro Mundo